Diapositiva1Lo del internet está cabrón.

Eso de que algo se haga viral sucede realmente en un segundo. En este caso particular para mí, fue cabrón-increíble porque todo lo que desencadenó La crisis de los cuarenta ¿y cuántos? ha sido positivo, pero imagínate cuando lo que se hace viral destruye tu vida. Pasa en un segundo y no hay manera de detenerlo, al contrario, conforme pasan los días crece. Por supuesto eventualmente se calma pero los efectos son permanentes. Eso me dio mucho susto porque en la vida diaria, los simples mortales no nos damos realmente cuenta del impacto que puede tener cada cosa que decimos, posteamos, subimos o hacemos en internet y que realmente puede ser devastador.

Aparte de eso me sirvió para confirmar que la mayoría de los cuarentones estamos en las mismas, (menos un bonchecito de trolls que me dijeron que estoy loca y que “mis pre-conceptos demasiado mexicanos son de niña bien cuarentona…” la siguiente vez me aseguraré de escribir desde el punto de vista de las cuarentonas, pero de Noruega #SheRollsHerEyes).

Entonces: todos en las mismas, pero por lo visto todos bien calladitos y por eso cuando alguien abre tantito la boca y opina al respecto se hace una avalancha de gente levantando la mano diciendo ¡yo también!

Ha sido un alivio darme cuenta de que no estoy loca, que todo esto que pasa por mi cabeza no es imaginario, ni necesito internarme en ningún lado, ni el mundo se va a acabar. Es un proceso normal de la vida que a todos nos pasa. Lo que sucede ahora es que el mundo, ese sí, está más loco, más violento, más rápido y las cosas cambian a una velocidad abrumadora.

Además, las personas y las relaciones son desechables y las redes sociales nos engañan mostrándonos cosas que en realidad son una bola de fantasías, ya saben: las deliciosas comidas en los restaurants de moda, los mejores amigos y eventos sociales, las parejas perfectas y mega enamoradas en unos viajes de ensueño donde nadie nunca está cansado ni peleándose, y por supuesto los hijos “campeones” y súper bien portados o todas las princesas que vemos todos los días (neta aliviánense,  pobres niños que presión cargar con todas esas etiquetas) ¡Pura pose! pero, nos guste o no, afecta de una manera importante a la percepción que tenemos de nosotros mismos y es, sin duda, un punto de comparación para muchas personas (a menos de que seas como yo, amargeitor, y te rías a carcajadas cuando veas cosas así sabiendo que atrás de esa foto “perfecta” hubo una mamá histérica que mientras preparaba todo ignoró por completo al pobre festejado durante una semana y fue una bruja con toda la familia…pero eso sí: miren que preciosos salieron todos en la foto y que “di-vi-na” quedó la fiestecita de un año de la criatura (de la que el niño jamás se va a acordar BTW).

El resultado de todo esto es que estamos más desconectados y atarantados que nunca y que, en lugar de que estemos hablando con el que vivimos, con el que trabajamos, con el que nos peleamos, o amamos, o dejamos, en lugar de hablar y tratar de acercarnos, estamos cada vez más lejos y desconectados de todo, especialmente: de nosotros mismos.

La vida en una pantalla es una maravilla y al mismo tiempo un gran peligro. Estamos en 46 chats distintos con miles de “amigos” pero ¿qué tal vas con eso de estar realmente presente? No chateando, no tomando la foto, no posteando, no grabando a tu hijo. ¿Qué tal platicas, juegas, conectas, escuchas y estás en todo esos momentos?

No hay nada que pueda reemplazar una plática con una amiga, con tu pareja o con quién haga falta. Nada iguala carcajearte o chillar, o dialogar, o incluso echarte un buen pleito con otro ser humano, en persona.

Claramente algo no estamos haciendo bien pero azotarnos permanentemente no va a salvar a nadie, entonces ¿qué vamos a hacer al respecto?

En serio.

¿Qué vas a hacer con la chamba que te caga, el marido que ya no soportas, tu tema de salud, la pareja que te pinta el cuerno o no cumple TUS expectativas? ¿cómo vas a hacer para sentirte más feliz y menos agotado cada noche? ¿cuándo vas a tener por fin la plática para acabar o empezar eso que tanto te urge? ¿cuándo piensas parar de quejarte de todo lo que no está como tú quieres y aceptar lo que sí tienes?

¿Son canijas las expectativas verdad? Nos estamos gastando la vida en ellas; esperando que todo sea ¡por fin! como nos gustaría, como nos acomoda, como yo quiero y la mentada crisis no es otra cosa que la vida diciéndonos ¿pus qué crees chulis?…así no va.

El Plan A que tenías diseñado para tu vida rara vez sucede como esperado. Sí, ya sé, que poca madre, yo también, de veras, quería el A.

Pero no hay. Como dice un ex–amigo: “Hubiera, se cayó al barranco y se murió. Con Perfecto y Te lo dije”…no nos queda más remedio que roquear como campeones el famosísimo Plan B.

Para el señorcito que me regañó diciendo que “sufro de una adolescencia prolongada” la verdad no creo, pero efectivamente estoy de acuerdo en que siempre hay peores historias que la mía. Vivo en un lugar privilegiado, no tengo una enfermedad grave, ni eventos trágicos en mi familia. Pero eso no quiere decir que las cosas que me pasan y las circunstancias de mi vida no me afecten, no me duelan o me hagan estar furiosa o muy preocupada. Son MIS circunstancias y aparentemente son bastante similares a las de otras 76,000 personas más.

Lamento (not really), que eso haya ofendido a algunos intelectuales que opinan que escribo pésimo y que es increíble que algo tan frívolo “se vuelva el hit”, tal vez necesitamos menos filosofía y más realidad, o tal vez serviría también alegrarnos por lo que cada quién aporta e irnos respetando, no es relevante la verdad, lo que sí es interesante es darme cuenta de que a muchos nos está pasando lo mismo y que necesitamos empezar a tomar cartas en el asunto y hacer lo que necesitemos hacer, cada uno desde su lugar, para sentirnos mejor. Para ser más felices. Para llegar a la parte en dónde, según mis amigos mayores (ji ji ji), la vida se pone un poco más tranquila, seamos más sabios y con eso, contribuir a que este sea un lugar mejor.

O por lo menos, aprender a bajarle tres rayitas a nuestro estándar de calidad en las cosas que valen madres, como que los sombreritos de la fiesta sean súper increíbles o los hijos estén siempre impecables o “tengamos” que subir fotos de cada momento (que a NADIE le importan además, nomás estamos ahí TODOS, de metiches). Quitar la presión de las cosas absolutamente irrelevantes, la vida ya nos manda suficientes razones para preocuparnos. Suelta. Disfruta.

El primer paso para modificar cualquier situación es aceptarla. Completa. Darle el golpe para poder entonces, una vez que ya asumimos, seguir avanzando. Hay lo que hay. Punto. Úsalo o no pero deja por favor de estarte quejando de todo, todo el tiempo y pretendiendo que las cosas, los momentos y las personas sean “perfectas”.

Gastamos demasiada energía lamentándonos y buscando el mejor  encuadre pa‘ la foto y se nos olvida dimensionar que efectivamente, con todo y todo somos MUY afortunados y que además, si no eres feliz con lo que sí tienes tampoco vas a ser feliz con lo que no tienes.

La vida es hoy y se va muy rápido. El plan tal vez no es el que tenías pero a lo mejor, la vida con su sabiduría te mandó otro porque ese es en realidad el que tú necesitas, algo tienes que aprender de esto hoy.

Wake up and smell the coffee.

Valeria Stoopen Barois

L´amargeitor

7 Comments »

  1. Soy tu fan “from Hell”! No paro de reír, llorar, reflexionar con tu blog. Tas muy cañona con todas las verdades que escupes así como en cualquier platica de café con amigos. Los que se ponen punks por lo que escribes son closeteros que matarían por decir la neta como tú la dices sin tapujos. Felicidades yo te seguiré leyendo como 76,000 más! 👏🏻👏🏻👏🏻 #40tona #crisisderisa #soytufan #groupie #Valeriaparapresidente

    Liked by 1 person

  2. Amargeitor:
    Me identifico con el 100% de lo que dices. Si, soy una “casi” cuarentona bien. Y?! (Diria Lucerito). Creo que somos una sub especie poco valorada, tu voz es la voz de muchas. No seré intelectual, pero te puedo decir que soy una mujer bastante estudiada y de todas maneras me identifico al cien.
    Sigue escribiendo, me gusta leerte!

    Like

  3. Qué bien escribes. Me encanta leerte y este mensaje que refuerza al anterior de los que estamos viviendo en el cuarto piso me encantó. Lástima (por lo que leo) que haya habido algunos. Inconformes con tus tan acertados puntos de vista. Gracias por escribir cosas de nuestra “cotidiana realidad” que, al leerlos e identificarnos nos ayudan a encontrar ideas para adecuarnps p entender que no solo a uno le pasa todo esto (o algo de todo esto).

    Felicidades

    Like

  4. Mucha razón en tus palabras, estoy en un punto de mi vid en que me creo la mamá de los pollitos . Y para que , con que fin , y mientras tanto mi vida y mis mejores 40s se me van en tanto producir . Basta me buscaré el amante que siempre he querido y a viajar con todo lo que he trabajado .

    Like

Leave a comment