La historia que te cuentas
Hace unos días compartí en mis redes (@lamargeitor) un Ted Talk que me mandó mi amigo Nicols de un personaje llamado Bruce Feiler. Me pareció una joya de principio a fin y no […]
Un blog de risas garantizadas y uno que otro verdadazo…
Hace unos días compartí en mis redes (@lamargeitor) un Ted Talk que me mandó mi amigo Nicols de un personaje llamado Bruce Feiler. Me pareció una joya de principio a fin y no […]
Hace unos días compartí en mis redes (@lamargeitor) un Ted Talk que me mandó mi amigo Nicols de un personaje llamado Bruce Feiler.
Me pareció una joya de principio a fin y no fui la única porque recibí una avalancha de mensajes diciéndome cuánto les había servido escucharla… a mi también.
Hoy, en lugar de escribir qué opiné al respecto, me voy a permitir hacer un resumen en forma de lista de dicha plática para fijarla en mi cabeza y esperando que a ustedes les sirva también para tenerlo presente cuando la vida cambia (o sea, todo el pinche tiempo).
Ahí les va:
Escucha la historia sucediendo en tu cabeza, es la historia que le cuentas a los demás y que te cuentas a ti, es la historia de quién eres, de dónde vienes, a dónde vas, es la historia de tu vida pero además de eso se ha comprobado científicamente, que esa historia no solo es parte de nosotros sino que ES nosotros mismos, es quien tú eres.
La vida es la historia que te cuentas a ti.
Sin embargo, las investigaciones no han podido responder qué pasa cuando el guión de esa historia se traspapela, cuando algo nos golpea y nos saca de nuestra narrativa. ¿Qué pasa cuando la vida nos tumba y nuestro cuento de hadas desaparece?…. nos quedamos como perdidos en un bosque sin poder encontrar la salida.
Todos en algún momento hemos sentido que nuestra vida está tan jodida y tan salida de su eje, que da la impresión de que el camino ahí termina, que todo está fuera de control y que no hay manera de remediarlo. Perder tu casa. Cambiar de carrera. Perder tu empleo. Terminar tu matrimonio. Dejar una adicción. La muerte de un ser muy querido. ¡Tantas cosas difíciles nos pasan en la vida…!
Después de miles de entrevistas e investigaciones, y con el objetivo de encontrar un sistema para navegar estos momentos, Bruce Feiler se concentró en encontrar patrones de conducta que pudieran ayudarnos en tiempos de cambio y lo llamó “El proyecto de la historia de tu vida” y esto es lo que aprendió en ese proceso:
1. El concepto de la vida lineal no existe. La idea de que vamos a tener un trabajo, una relación, una sola fuente de felicidad de la adolescencia al día que nos morimos está completamente caduca. En alguna parte del camino, durante los últimos 150 años, perdimos la capacidad que tenían nuestros ancestros de entender que la vida es un ciclo perpetuo y decidimos que la vida tenía que seguir una serie de pasos precisos y seriados como si fuera una fábrica industrial. Nos llenamos de conceptos lineales que nos “garantizaban” qué esperar y qué seguía cada vez. Es una idea poderosa, y eficaz, sin duda, pero presenta un problema: no es cierta.
Hoy, hemos actualizado nuestra manera de ver el mundo, pero no hemos actualizado la manera en que vemos nuestras vidas.
2. La vida “no lineal”, incluye muuuuuchas transiciones importantes. Eventos disruptivos, algunos pequeños y otros enormes y, no se confundan, no necesariamente llegan en la crisis de la mediana edad; hay gente que nace en medio de crisis terribles, otros las viven a los 20 o a los 60…¡olvídense por favor del concepto de la crisis de la mediana edad, todos enfrentamos “la crisis del cuando sea”!
La razón por la que estas crisis nos generan tanta ansiedad es porque seguimos esperando que se desarrollen de manera lineal y predecible, con un timetable determinado. Estamos atrapados en el concepto de la línea recta. Creemos que la vida será un camino derechito y nos descomponemos completamente cuando no es así. Nos comparamos con un ideal que no existe y nos autodestruimos porque no lo podemos alcanzar. El meollo del problema es que todos, absolutamente todos, estamos en transición permanente y nadie nos está enseñando a volvernos expertos en transitar.
3. Surfear las transiciones de la vida es una habilidad que podemos y debemos aprender para poderlas navegar.
He aquí 5 tips para lograrlo basados en la investigación de Don Bruce:
TIP #1 – Un terremoto de vida es como un golpe físico.
Cuando la vida te pone de rodillas la gente reacciona de dos maneras: hace una lista de 212 cosas que hacer y pretende cumplirlas todas, o, se pone en posición fetal y piensa que nunca lo van a poder lograr.
Las dos son incorrectas.
Las transiciones de la vida se componen de 3 fases que Bruce llama:
“El gran adiós”, el proceso de duelo de un pasado que no vas a recuperar.
“El mierdero intermedio” (él le llama messy middle, pero a mi me parece muy adecuado traducirlo como mierdero), cuando eliminas ciertos hábitos y creas nuevos.
“El nuevo principio”: cuando el nuevo tú aparece.
Pero, y esta es la clave: contrario a más de un siglo de creer lo contrario, estas tres fases no suceden en un orden predeterminado.
Resulta que, así como la vida no es lineal, las transiciones tampoco lo son.
El secreto es aprender a gravitar estas transiciones con lo que Bruce llama tu “súper poder de transición”, que se refiere a cuál de esas tres etapas es en la que te sientes más cómodo y que te hace poder fluir mejor en la transición y saber identificar tu “kriptonita de las transiciones”: aquella de las tres que te cuesta más trabajo.
Empieza por la que dominas, haz lo que sabes hacer, las transiciones son muy difíciles así que empieza por tu “súper poder” construyendo confianza en ti mismo y caminando a partir de ahí.
TIP # 2 – Acepta tus emociones.
Las transiciones son una experiencia emocional.
La emoción número uno en tiempos de cambio es el miedo: “¿qué va a pasar? ¿cómo le voy a hacer? ¿cómo voy a pagar, a encontrar a alguien más, a salir de aquí?”.
La emoción número dos, la tristeza: “extraño a la persona que se fue”, “extraño lo que era”, “extraño lo que podía hacer o tenía y ahora ya no puedo, o tengo”.
La emoción número tres, la vergüenza: “qué pena pedir ayuda”, “qué oso aceptar que la cagué”, “qué vergüenza estar pasando por esto”.
Frente a esto esto, algunos de nosotros canalizamos escribiendo (cof cof su servidora); otros se aprietan el cinturón y enfrentan de inmediato; pero el 80% de las personas lo canalizan a base de rituales… Bailan, cantan, hacen constelaciones, se tatúan cosas, saltan de un paracaídas, queman cosas o le aullan a la luna.
Los rituales son efectivos en la fase de “el gran adiós” porque funcionan como mensajes hacia nosotros mismos y a aquellos a nuestro alrededor que dicen: estoy pasando por un momento difícil y estoy listo para lo que sigue. (Solo plis, por más mal que la estén pasando, no se corten nunca el fleco, este es un tip mío).
TIP # 3 – Intenta algo nuevo.
El mierdero intermedio, es un mierdero.
El corazón se rompe y se desorienta ¿y ahora qué? La investigación de nuestro amigo Bruce indica dos cosas que hacer en estos tiempos salvajes: primero despojarse de cosas: maneras de pensar, rutinas, hábitos e incluso partes de nuestra personalidad.
Despojarnos nos permite hacer espacio para lo que sigue.
Mientras tocamos fondo en nuestra vida, aprendemos a bailar, cantar, hacer jardinería o a tocar el ukelele porque el simple acto de cocinar un pan, escribir un poema, o cualquiera de estas actividades, nos permite imaginar que podemos crearnos una nueva manera de ser.
TIP #4 – Busca la sabiduría de otros (este personalmente es mi primera línea de defensa: ten una red de apoyo sólida que solo quiere lo mejor para ti y pídele ayuda).
La parte más dolorosa de una transición en la vida es sentirte aislado y solo. De hecho, una de las razones menos comentadas de la causa del incremento de los números en cuestión de soledad es el incremento del número de transiciones que todos enfrentamos (léanlo otra vez), razón por la cual es e-s-e-n-c-i-a-l que no estés solo y compartas tu experiencia con otros.
Pero esta es la clave: no todos necesitamos la misma respuesta, cada uno tenemos un “fenotipo de retroalimentación”: un tercio de nosotros necesitamos apapachadores que nos digan que vamos a estar bien y nos quieren un chingo; un cuarto de nosotros necesitamos gente que nos guíe y nos recomiende qué hacer; y una sexta parte necesitamos pateadores de culo, gente que nos diga “güey te quiero mucho y todo pero no mames ya deja de chillar y avanza, es hora” (yo aquí agregaría que igual que todo lo demás, estás necesidades no son lineales, cambian y se van alternando, es decir, vamos necesitando que esas tres personalidades se turnen y nos acompañen en el proceso y también que nosotros sepamos a quién acudir en qué momento).
El punto clave es que no hay que asumir qué necesita la otra persona y preguntemos antes de darle cualquier consejo, o, como dice mi amigo Nicols: “never give unsolicited advice”.
TIP# 5 – Reescribe la historia de tu vida.
Una transición de vida es, fundamentalmente, una experiencia para buscarle sentido a tu existencia y una enorme oportunidad para revisitar, revisar, reescribir y recontar la historia de tu vida agregándole un nuevo capítulo en donde integres lo que has aprendido durante el pinche tsunami.
Como dice Haruki Murakami: “de eso se trata la tormenta”…
Me parece que el mensaje más importante de esta charla es que no importa lo cabrona que se haya puesto tu historia, no podemos rendirnos a la posibilidad, ni soltar la idea, del final feliz.
¡Ese es el poder de cómo nos contamos el cuento de nuestra vida: que somos nosotros quienes la escribimos!
Tú controlas la historia que cuentas, incluso las partes más dolorosas de ti mismo son tuyas y definen quién eres.
Por eso es tan importante replantear cómo vemos las transiciones y aprenderlas a mirar no como tiempos miserables (que, perdón pero en veces sí son señor Bruce, no mame) que tenemos que combatir y padecer para sobrevivir, sino aprenderlas a ver, simplemente, como lo que son: tiempos de sanación que toman las partes heridas de nuestras vidas, y de nosotros mismos, para repararlas.
Todos necesitamos ser el héroe de nuestra propia historia, después de todo, para eso existen los cuentos de hadas y por eso los seguimos contando cada noche a nuestros hijos y de una generación a otra… porque de esa manera nuestras pesadillas pueden convertirse, también, en nuestros sueños.
#PUM
Esta es la parte donde todos nos levantamos, nos limpiamos los mocos y aplaudimos de pie hasta que nos ardan las manos.
Gracias Bruce Feiler.
(y gracias siempre Nicols 😉)
PD: Si bien es cierto que le metí un poco de mi cosecha (sobretodo la parte de las palabras altisonantes y una que otra cosa en redacción y mis opiniones que nadie me pidió) el 90% de este texto son palabras de este recién descubierto sensei.
Si quieren escuchar el Ted Talk completo que no tiene un minuto de desperdicio píquenle aquí. De nada.
Esta columna fue previamente publicada y la puedes escuchar, leída por mí, en Cuestione https://cuestione.com/opinion/historia-cuentas-familia-interior-amigos-hijos-padres-lamargeitor/